domingo, 8 de marzo de 2015

Tarde de juegos

Aquella muchacha morena lo cautivó.
No podía expresarlo de otra manera. Tenía algo que la hacía diferente, y que desde que miró aquellos ojos lo cautivó. Pasó toda la tarde anterior y la mañana preparando algo divertido para hacer con ella. Pero... ¿Y si no se presentaba?¿Y si no volvía a verla jamás? Tampoco quería ilusionarse en vano. Así que decidió crear una tarde de juego con ella.
Estaba extremadamente nervioso y deseaba que llegasen las siete de la tarde. Las horas se le hacían eternas y estaba tan nervioso por volver a verla que llegó media hora antes de tiempo."Genial" pensó "me queda un buen rato por delante".
Sin embargo, su espera fue más corta de lo esperado. A las 19:45 una chica  salió de la nada. Era preciosa. Tenía el pelo marrón como el chocolate rizado y suelto, cayendo en bucles sobre su espalda. Llevaba una camiseta de tirantes y un pantalón corto con unas zapatillas de nudos. Supo que era ella nada más verla a lo lejos y se puso en pie como activado por un resorte.
Cuando llegó a su altura, estaba tan roja como los carteles de propaganda electoral, pero sus ojos estaban brillantes de la emoción.
-Hola chico de los recados- Dijo ella, mirando al suelo pero sonriendo
-Hola, chica de la libreta- Dijo él, improvisando.
(CONTINUARÁ)

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